El ex timonel de la entidad entre 1997 y 2007, entrega su receta para realizar un Censo exitoso, como fue el de 2002 que él lideró. Indica que la planificación es clave, pero que si el INE está solo en la tarea, “el Censo no va a funcionar”. Respalda que los datos de 2012 fueran declarados inutilizables.
Máximo Aguilera vuelve al INE (Instituto Nacional de Estadísticas). Claro que ahora en calidad de asesor como integrante de un comité especial externo que definió la dirección para supervisar el avance y otorgar mayor transparencia al Censo abreviado de 2017.
Aguilera sabe de estas mediciones, porque en los nueve años -a partir de 1997- que estuvo al mando de este organismo debió liderar la realización del Censo 2002 que fue “de hecho”, es decir realizado en un día, feriado nacional, en que se encuestan todas las casas del país.
Hoy, desde su misión en FLACSO a cargo de diversos proyectos, recuerda cómo preparó ese Censo, experiencia que seguramente entregará a la nueva autoridad del INE.
Hay dos datos relevantes que cruzaron ese proceso: un cambio de gobierno y la crisis asiática que obligó a una restricción presupuestaria de todas las reparticiones. Aún así, el Censo resultó exitoso.
“Empezamos a prepararlo y a hacer la programación presupuestaria global cuatro años antes, en 1998. Lo que fue marcando la ruta fue una previsión temprana, planificación al detalle, y una buena coordinación”, recuerda.
• ¿Cuál sería su receta para realizar un buen Censo? Partiendo por el director, ¿debe tener experiencia anterior?
Yo tenía cierta ventaja porque había estado trabajando en el INE entre 1990 y 1992 asesorando al director y al departamento de estudios, entonces tenía conocimiento de las fortalezas del organismo y del personal. Además, en todas las oportunidades que tuve participé en reuniones internacionales de la CEPAL en esta materia, y justo se inició un proyecto de Mercosur apoyado por la Unión Europea que tenía un componente censo.
• ¿Qué cosas fueron importantes y permanecen como tal a la hora de plantear un Censo?
Si bien este es un proyecto del INE, es también un proyecto país porque es la mayor operación estadística y los datos son relevantes para los próximos 10 años en la formulación de políticas públicas. Para que funcione no sólo basta con el INE, si el INE está solo el Censo no va a funcionar. Si uno no considera este hecho va a tener dificultades, porque como proyecto país se declara un día feriado con gran movilización, entonces no sólo se tiene un liderazgo al interior sino que hacia el resto de la sociedad, hay que movilizar y coordinar: hubo 400.000 censistas; 15.000 efectivos de las fuerzas armadas y 40.000 funcionarios públicos.
• ¿Cómo realizó esa coordinación?
Constituimos un comité ejecutivo con un coordinador y personas responsables por cada logística. La clave de este proyecto es la planificación porque hay que preocuparse hasta de contar con los cuestionarios suficientes en el lugar, son muchos detalles que deben verse con anticipación. Nos coordinamos con el Ministerio de Educación para que en los programas reforzara las preguntas del cuestionario, sin esa motivación era imposible hacer la tarea; firmamos compromisos de colaboración con todos los municipios, porque éstos son la columna vertebral territorial del despliegue del Censo; sería imposible llegar hasta el último cerro de Valparaíso o al último rincón del país sin la ayuda de los alcaldes.
• En términos del personal, ¿Cómo se operó?
Nos apoyamos en una actividad de capacitación de varios meses con el Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile. Eso nos sirvió mucho porque en 2000 hubo una restricción presupuestaria y ese trabajo que hicimos nos permitió tener un alineamiento fundamental.
Aunque es bastante obvio, es importante resaltar que al final el liderazgo técnico y operativo lo tiene el INE, por tanto su personal debe estar muy bien focalizado y ser movilizado en la tarea del Censo.
• ¿Todas las tareas las realizaba el INE?
Contratamos bastantes servicios externos para apoyarnos tanto en capacitación como en el procesamiento de datos.
• Respecto del último Censo 2012, ¿Cuándo cree que se empezó a gestar el problema?
El informe de la primera comisión es muy claro. No se puede hacer un cambio en tan corto tiempo, de pasar de un Censo de hecho a uno de Derecho en 6 meses, eso fue una dificultad enorme. Claro que el tipo de Censo no afectaba mucho el cuestionario, pero sí el trabajo operativo.
• ¿A usted lo censaron?
No. Fueron a mi casa, no me encontraron, dejaron un papel que volverían y no supe más.
• ¿Qué opina de las comisiones que evaluaron el proceso?
Fue muy poco serio de parte del gobierno anterior. Como los resultados de la primera no fueron de su agrado, constituyeron otra comisión. Si se ven los dos informes, la rigurosidad no tiene contrapunto, son dos documentos incomparables.
• Pero los expertos internacionales son conocidos en ese ámbito.
Depende de lo que le pida a un experto. Ellos vieron si el INE hizo los pasos que debía, si se hizo un cuestionario, si se hizo capacitación, pero no entraron a ver la calidad del trabajo en terreno que era lo fundamental, no opinaron sobre la calidad de los datos. No supongo mala intención, pero lo que se pidió a los segundos no era lo que el país necesitaba saber.
• Esta nueva administración decidió que los datos no eran utilizables, ¿es acertado?
Fue la decisión correcta. Además hay otro dato: la estadística si no es creíble no sirve, el principal atributo de una buena estadística es la credibilidad, si la gente no cree aunque vengan 30 expertos a decirle que los datos están buenos, la gente no los va a usar.
• ¿Y el Censo ya se había hecho mala fama?
Efectivamente, creo que la sensación del país era que se había hecho un mal Censo, por decirlo suave.
• ¿Qué sensación tiene respecto de los funcionarios tras este episodio?
Es un lugar donde yo trabajé, se generan cariños y vínculos especiales, siempre mantuve buenas relaciones con todo el personal y tengo una alta valoración de todo el trabajo técnico. Fui presidente de la Conferencia de Estadísticas de las Américas dos años y conocí a fondo la realidad, y créame que el INE hace mucho con los pocos recursos que tiene.
• ¿Cree que la imagen del INE está deteriorada?
Hay una duda razonable, evidentemente. Pero creo que si las cosas se hacen bien, si se trabaja en esta línea, el INE va a recuperar su prestigio.
• Pero hace sólo unos días renunciaron las dos personas que estaban a cargo del Censo 2017. ¿Este tipo de señales da confianza?
No, va en el sentido contrario. Evidentemente que no es una buena noticia, y espero que se adopten las mejores decisiones para que el INE pueda desplegar todas sus capacidades técnicas y operativas para hacer un buen Censo. El país lo está esperando.
• ¿Conoce a las personas que se fueron?
Sí, ellas trabajaron en la época en que estuve, y tengo la mejor opinión sobre sus capacidades técnicas y funcionarias. Odette (Tacla) representa una funcionaria que se formó en el INE, demógrafa, consultora internacional que ha asesorado a otros países, una persona de mucha capacidad y de gran liderazgo.
• ¿Fue un error haber dejado que renunciaran?
No quisiera pronunciarme sobre cosas que no conozco. Sólo quiero decir que lo lamento, son muy buenas funcionarias, es una pérdida para el proceso.
• ¿Es necesario hacer un Censo abreviado, no es mejor prepararse para un Censo grande en 4 años más?
Es que ya se tomó una decisión y hay que llevarla a cabo.
• ¿Si el Censo es el producto más importante, la máxima autoridad del INE tiene que poner todo su esfuerzo en eso?
Depende de la etapa en que se encuentre el operativo. En las etapas iniciales seguramente no se requiere dedicar tanto tiempo en el día a día, pero a medida en que se avanza, sí. Además hay que pensar en el resto de actividades del INE que tienen equipos consolidados; los equipos que hacen la encuesta de empleo, que hacen las mediciones de IPC, tienen sus jefaturas definidas, procedimientos establecidos, o sea hay un rodaje que permite que siga caminando sin grandes dificultades.
• ¿Qué receta tenía usted para que nosotros ni siquiera nos enteráramos que existía la Asociación de funcionarios del INE, que ha tenido problemas con los últimos 4 directores?
No sé si receta, pero recuerdo haber mantenido con ellos siempre mucho diálogo, mucha escucha. Ahora felizmente nosotros no tuvimos que enfrentarnos a problemas técnicos de magnitud, siempre había cosas para ir mejorando, de repente surgía una que otra crítica sobre algún tema y se iba dando respuesta, pero nunca nos vimos enfrentados a temas como los de ahora.
Fuente: Pulso (http://www.pulso.cl/noticia/economia/economia/2014/10/7-52288-9-maximo-aguilera-si-la-estadistica-no-es-creible-no-sirve-aunque-vengan-30.shtml)